Día diecinueve y día veinte

Hoy llegamos a Octans; no hubo nada que valga la pena registrar durante el viaje desde Hydrus. Los colonos de antaño establecieron una estructura fortificada en las cercanías, dónde hemos instalado nuestro campamento. Es agradable estar bajo techo, para variar un poco de lo que hemos vivido durante estas últimas semanas. Tendré que hablar con McKay y Anders y asegurarme de que no bajemos la guardia, ni siquiera durante este descanso. Estoy convencido de que mi idea de dejar muestras en ubicaciones dispersas es correcta, teniendo en cuenta las limitaciones de nuestro espacio de carga. A tener en cuenta: Las muestras se han almacenado en el obelisco Hydrus, mientras que el primer paquete de notas se guardó en el obelisco Draco. Hay que recoger todo esto al regresar. La estructura es casi idéntica a otras halladas en expediciones previas, salvo por algunos efectos debidos a la exposición a la intemperie. Esta mañana, McKay amarró una soga y trepó hasta la plataforma de observación, pero lo único interesante que encontró fue la vista desde allí arriba. Al parecer, las piedras fueron trabajadas con pocas herramientas o con ninguna; quizás se usó magia. Seguiremos investigando la zona, pero tenemos planeado dirigirnos a Delphinus pronto.